lunes, 29 de diciembre de 2008

Realmente el amor nos rodea

“Love Actually” (2003)

Esta es una película ideal para el período navideño. Tendría que haber publicado esta nota antes, pero bueno, se hace lo que se puede. De todos modos, aunque Navidad ya pasó todavía estamos en clima de fiestas, así que podemos aprovechar.

Se trata de una película que reúne como pocas a grandes figuras de la pantalla grande nacidas en el centenario suelo británico, y también yankis y otros. Para hacer un conteo rápido tenemos a: Colin Firth (el “Mark Darcy” de Bridget Jones), Hugh Grant (también presente en “Bridget Jones”), Keira Knigthley (“Piratas del Caribe”), Liam Neeson (el fugaz Qui-Gon Jinn de Star Wars episodio 1), Alan Rickman (recordado por su fantástico jefe de villanos en “Duro de Matar” 1) ¡hasta Mister Bean tiene unos minutos de película para él solo! Entre quienes componen personajes secundarios tenemos a Claudia Schiffer (modelo y fatal rubia ícono de la década pasada), Shannon Elizabeth (Nadia, la estudiante de intercambio que pone caliente al protagonista de “American Pie”) y Laura Linney (la rubia de la película “Congo” de 1995).

Se trata de una película sobre el amor en general: amor de pareja principalmente, pero también amor de padres a hijos y amistad. En la época navideña suelen acentuarse las muestras de afecto, y este filme aprovecha eso al máximo. Comienza con una escena que muestra distintos encuentros entre seres queridos en el aeropuerto de Londres, para ambientar a manera de presentación. Luego se van presentado las distintas historias que se tejen en un período que comienza 5 semanas antes de Navidad, y que tendrán su clímax en ese día en que el Niño Dios nace para salvar a la humanidad (me pareció necesario recordar esto último, pues a veces se olvida).

Todos los personajes son queribles y creíbles: hay un escritor frustrado que descubre que su ingrata mujer lo engaña ni más ni menos que con su hermano (todo queda en familia): papel reservado a Colin Firth. Por otro lado Hugh Grant interpreta a un recién electo primer ministro de Inglaterra, el cual es soltero (toda una novedad) y debe lidiar con eso además de su inexperiencia en el cargo, por no mencionar la espina que representa para su país la alianza con EEUU (recordemos que la peli es de fines de 2003, el año fatal en que norteamericanos e ingleses se lanzaron a invadir Irak). También hay dos amigos muy unidos excepto porque uno de ellos se casa con Juliet (la bella aunque en exceso delgada Keyra Knigthley) y el otro respeta la decisión pero se mantiene distante de la novia.

La galería de personajes es variada: un inglés que se siente frustrado con las mujeres inglesas y decide irse a EEUU, convencido de que allí se convertirá en un seductor imparable; un padrastro viudo (Liam Neeson) que debe conocer y hacerse amigo del hijo de su difunta pareja; un matrimonio que aparece estancado en la rutina, cosa que se ve agravada porque el marido sufre la tentación que le propone una empleada; una mujer que ama en secreto a su compañero de trabajo desde hace años; una chico y una chica muy tímidos que sin embargo hacen una película porno y se conocen cada vez más haciendo las escenas íntimas; un rockero viejo que busca volver al ruedo con una canción navideña… A lo largo de la película vemos que los personajes se entrecruzan, pues hay relaciones de parentesco o amistad entre ellos, aunque las historias transcurren separadamente, pero muy bien intercaladas.


Es una película simpática, que proyecta un final feliz, pero no un final rosado como las películas norteamericanas donde todos obtienen lo que quieren. Las distintas historias se resuelven en Navidad, pero algunas de ellas tienen un final agridulce, de resignación, que no son un final ideal pero tal vez el único posible. En todo caso, es el amor el que impulsa aceptar que las cosas sean como son. Distintas clases de amor.

El filme fue escrito y dirigido por Richard Curtis, un neocelandés que tiene en su haber varias obras pero que debutó como director en esta oportunidad: escribió “4 bodas y un funeral” y “Notting Hill”. Además trabajó en las dos películas de “Bridget Jones” y en las peliculas de Mister Bean. Por lo tanto, trabajó con varios de los principales actores de la película, lo cual seguramente facilitó su trabajo. Además, es un tipo que sabe hacer comedias, como lo demuestra su curriculum.

Recomiendo esta película por su clima navideño típicamente anglosajón: se ve nieve la mayoría de las veces, y también gente haciendo sus compras, cosa que la gente se larga a hacer con desenfreno para la Navidad. Pero más allá de esto, que es lo visible, flota en el aire la sensación de que es una película sobre un período que tiene algo de mágico, por lo que provoca en la gente y sus sentimientos. Se toman decisiones, se afrontan riesgos, se cruzan distancias físicas y espirituales.

De todas las historias entrelazadas que hay no sabría decir cuál es la principal, y no tengo una favorita. Me llamó la atención el personaje de Hugh Grant, por la forma en que el Primer Ministro de Inglaterra debe enfrentar la presión de lidiar con el presidente de EEUU que lo trata como un aliado menor. Hay aquí una furiosa y sorda protesta contra el gobierno inglés, que en ese tiempo se dejaba relegar a un plano subordinado, al tiempo que Bush prácticamente disponía de los recursos ingleses como quería, enredando a los británicos en el feo asunto de Irak. Precisamente Grant pretende cambiar esa subordinación pero no se anima, hasta que por asuntos amorosos deba dar vuelta sus cartas.

Por otro lado, la historia de Jamie (Colin Firth), el escritor engañado que se va a Francia a escribir y olvidarse de su novia, también me gusta. Se instala en una pintoresca casita de campo y tiene una bella mucama portuguesa con la cual se entiende a las señas por las dificultades del idioma. Obviamente, surgirá el amor, eso no es sorpresa: la sorpresa está en el cómo. Y la historia de Peter y Mark, los dos amigos entre los cuales se interpone Juliet (Keyra K.) también está buena: hace pensar en lo difícil de esas relaciones en que aparece una chica y se pone entre vos (tú) y tu amigo, aunque no sea su intención. La historia también parece obvia, pero hay más: vean la película.

Linda película para ver con la persona que amas, o con amigos para pasar el rato. Aconsejo no verla en familia si hay niños, por algunas frases de doble sentido pero más que nada por las escenas donde John/Jack y Judy ruedan las escenas de la película erótica. No es que se vean desnudos y penetraciones, nada de eso, pero se me ocurre que sería incomodo que los niños empezaran a preguntar “¿qué está haciendo? ¿por qué hace eso?”. Aunque los niños de hoy están muy al tanto de estos temas, los padres todavía tratan de no exponerse a dar explicaciones. Igualmente sería embarazoso ver la película con alguien de mentalidad conservadora, por estas escenas; pero si en su familia son todos unos liberados progresistas, adelante con la proyección familiar.

Fue la película más alquilada en Inglaterra en 2004, todo un furor, y aunque pasaron los años siempre se puede aprovechar. En especial en estas Fiestas. Felicidades para ustedes y que en 2009 el amor nos rodee, como canta uno de los protagonistas al principio del filme.