lunes, 24 de febrero de 2025

Blade Runner (1982)

"Ciencia ficción" según Ridley Scott

Hoy vamos (después de una larga ausencia) a degustar ciencia ficción. Las películas de este género son tan antiguas como el cine mismo, y si no, ahí tenemos "Le Voyage dans la Lune" (Viaje a la Luna) del año 1902. Habían pasado sólo siete años desde que los hermanos Lumiere dieran nacimiento al cine con su breve película "Salida de los obreros de la fábrica".

La ciencia ficción es de por sí apasionante, con una abundante literatura y verdaderos maestros. El cine que bebe de esas fuentes amplifica su impacto porque (reconozcámoslo) la imagen en pantalla ha llegado a un público mucho más amplio que el texto escrito, aunque este último sea magistral.

Pero vayamos al grano. Blade Runner es una película estrenada en el año 1982 y basada en en un libro titulado "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", publicado en 1968. El autor de este libro es Philip K. Dick, un estadounidense conocido por los amantes del género. Dick era un escritor apasionado por la ciencia ficción y llevaba publicando novelas y cuentos desde que era un veinteañero, allá en la década de 1950; sin embargo, a nadie le había interesado adaptar sus obras a la pantalla grande, hasta que se filmó "Blade Runner". Parece que recién entonces los cineastas descubrieron su magnífica obra y comenzaron a recuperar el tiempo perdido, adaptando varios de sus libros. Dick se mostró muy entusiasmado con "Blade Runner" (quizá porque veía concretado el sueño de contemplar sus palabras plasmadas en imágenes) pero, tristemente, murió pocos meses antes de que esta película se estrenara. Con justicia, en los créditos al final de la película se menciona su nombre y el título de la novela escrita por él.

Portada del libro, edición de 1968

La "ciencia ficción" que vemos en esta película no es estimulante visualmente ni sirve como marco de referencia para aventuras espaciales o enfrentamientos entre fuerzas militares galácticas. El hecho de que el protagonista sea Harrison Ford, conocidísimo por su papel en las películas de la saga Star Wars, quizá haya confundido a algunos espectadores y los haya empujado a la sala de cine, esperando ver a un nuevo Han Solo disfrutando de sus andanzas por la galaxia. Me hubiera gustado ver las caras de esos espectadores a la salida de la función.

Harrison Ford es el "blade runner" al que alude el título de la película.

¿Por qué digo que no es "estimulante visualmente" la ciencia ficción que vemos en "Blade Runner"? Porque esta película nos muestra una sociedad tecnológicamente avanzada, pero con los mismos problemas que tenía la sociedad de 1982 y quizá la sociedad de hoy. La lluvia y la oscuridad son casi permanentes y transmiten una sensación de desaliento, hartazgo y resignación. No hay casi colores plateados luminosos que nos hagan pensar en tecnología futurista brillante, eficiente y sofisticada, sino edificios y calles entre grises y oscuros, atestados de gente que vive ahí, que va y viene. Las personas parecen cucarachas recorriendo tranquilamente sus malolientes escondrijos.

La ciudad de "Blade Runner" luce mal iluminada, sucia, deprimente

En este entorno se mueve Deckard (Harrison Ford, 40 años al momento de estrenarse la película), que es un blade runner, es decir, un agente que se dedica a cazar "replicantes". ¿Y qué son los "replicantes"? Son androides fabricados por el ser humano para que hagan determinadas tareas, y que a partir de la serie Nexus-6 exteriormente son imposibles de distinguir de un ser humano verdadero. Bueno, sucede que a veces los "replicantes" toman conciencia de sí mismos y se rebelan, y para darles caza están los blade runners. En este caso un grupo de "replicantes" de la serie Nexus-6 se ha rebelado, protagonizando un motín con víctimas fatales, ha robado una nave y se ha infiltrado en el planeta Tierra, lluvioso y deprimente, como dijimos. Estos replicantes estaban en una de las colonias creadas por la Humanidad en el espacio, y eran usados como mano de obra barata.

Que la Tierra sea un lugar deprimente explica el hecho de que los seres humanos hayan preferido mudarse al espacio exterior y crear colonias; en la Tierra han quedado los que no pueden irse, o no quieren hacerlo. Los "replicantes" fugitivos tratan, pues, de pasar desapercibidos mezclándose con la muchedumbre apática, hundiéndose en el fango urbano. Pero no cuentan con la tenacidad de Deckard, un blade runner que de mala gana acepta hacer "un último trabajo" antes de retirarse.

El elenco es para alquilar balcones. Los replicantes amotinados están encarnados por Rutger Hauer, Daryl Hannah, Joanna Cassidy y Brion James. Hauer, nacido en los Países Bajos y estéticamente rubio de ojos azules (38 años al momento del estreno de la película), transmite una fuerza y voluntad que habría hecho las delicias de los dictadores racistas de la Europa del siglo XX. Nadie mejor que él para ponerse en la piel del replicante Roy Batty, quien a su vez sólo quiere ponerse en la piel de un humano común y corriente. Y no lo digo yo solamente, lo dijo el propio Philip K. Dick, quien alcanzó a ver algunos minutos de la película que se estaba filmando y describió al actor neerlandés como "perfecto" para el papel. Hauer venía de protagonizar varias películas en su país natal hasta que cruzó el océano y llego a los Estados Unidos. Allí interpretó al terrorista europeo Wulfgar, el villano que hizo temblar a Sylvester Stallone en la atrapante "Nighthawk" ("Halcones de la Noche", 1981). También interpretó a Albert Speer, el arquitecto de Hitler, en una de esas tantas interesantes películas europeas tan difíciles (o imposibles) de conseguir en la América Hispana ("Inside the Third Reich", 1982). Aunque siguió filmando en los Países Bajos, después de Blader Runner le llegaron jugosos contratos de Hollywood que él no desaprovechó.


Rutger Hauer ("Roy Batty") y Daryl Hannah ("Pris")

Daryl Hannah tenía 21-22 años cuando interpretó a la replicante Pris. La suya es una filmografía para ver sin juzgar, pues hay de todo. Yo sugiero verla interpretando a una sirena enamorada en "Splash" (1984) junto a ese todoterreno llamado Tom Hanks, y en "Kill Bill" 1 y 2 (2003-2004), en el papel de la asesina Elle Driver (tuerta pero fatal). Sigue en la lista Joanna Cassidy, actriz que apareció en papeles menores en series de TV como "Dallas" (1980), "Los Ángeles de Charlie" (1981) y "The Love Boat” (conocido como “Vacaciones en el mar” en España y “El crucero del amor” en Hispanoamérica, 1979) entre otros. Después de Blade Runner siguió filmando y se puede encontrar su nombre en muchísimas películas y series. El siguiente en la lista es Brion James, a quien conocí en esta película. Según lo que pude ver, ha sido un actor de reparto que ha trabajado en muchas series y películas, como "Little House in the Prairie" ("La Familia Ingalls"), "Chips", "Dinastía", "A-Team" ("Brigada A"), "Matlock" o "Miami Vice".

Párrafo aparte para la bella Sean Young (22-23 años durante la filmación de Blade Runner): no voy a decir nada más sobre su personaje. Aunque filmó muchas películas ahora elijo solamente mencionar "Fire birds" ("Águilas de fuego" o "Pájaros de fuego"), una película bélica-romántica al estilo Top-gun, estrenada en 1990 y que provocó debate en Argentina (mi país) porque estaba ambientada en el "desierto de Catamarca" gobernado por el "cartel de los Saadi". La polémica vino porque en Argentina hay una provincia llamada Catamarca, gobernada entonces por un clan de apellido Saadi. Y al final menciono a Edward James Olmos, famoso por interpretar a un apasionado profesor de matemáticas en "Stand & deliver" (traducido como "Lecciones inolvidables" en España y "Con ganas de triunfar" en Hispanoamérica, 1988). Pero para mí Edward James Olmos vivirá siempre en el papel del comandante Adama, en la muy recomendable "Battlestar Galáctica" (2003), nueva versión de un clásico de los años 1970. Ya que hablamos de ciencia ficción, hay que ver "Battlestar Galáctica" (2003) antes de morir, o todo habrá sido en vano. Bueno, quizás exagero, pero no mucho.

Volvamos a "Blade Runner" y hablemos del director: se trata de Ridley Scott, un inglés que por aquellos años (34 de edad) ya tenía a sus espaldas un éxito tremendo como "Alien" (1979). Sin embargo, tuvo muchos problemas al filmar Blade Runner, pues se enfrentó con prácticamente todo el personal involucrado en la filmación; al fin y al cabo, era un inglés dirigiendo a estadounidenses, con una forma de pensar y trabaja distinta a la suya. Hubo mucha tensión desde el primer día del rodaje, y había tanta ira flotando en el ambiente, que Harrison Fod, harto, estaba dispuesto a hacer hablar a sus puños apenas viera a Scott. Sea como fuere, Blade Runner fue un éxito y fue una importante razón para que Ridley Scott siguiera dirigiendo películas en Estados Unidos.

No puedo olvidarme de la banda sonora de esta película. Lo que quiero destacar es la pieza del final, correctamente titulada "End Titles" y compuesta por Vangelis, famoso compositor griego presente en muchas grandes producciones fílmicas del siglo XX. Como curiosidad debo decir que ese tema fue muy popular en Argentina, ya que un programa deportivo de la televisión estatal ("Futbol de Primera") lo usó como cortina a partir de 1988. Quizás esté proyectando, pero me parece que algo que no alcanzamos a apreciar en su justa medida en las películas es su banda sonora. Ustedes me dirán si es así o no.

Para concluir sólo quiero volver a referirme a esa sociedad reflejada en Blade Runner, pues al fin y al cabo la ciencia ficción no se trata de tecnología futurista sino de cómo las sociedades del futuro utilizan la tecnología a su alcance: la ciencia ficción gira siempre en torno a la Humanidad. Bueno, como sea, más allá de mostrarnos como Deckard intenta encontrar a los replicantes, esta película nos invita a mirarnos a nosotros mismos en esos transeúntes alienados, en esos ricachones en el fondo infelices, en esos replicantes a la búsqueda de sí mismos o de una solución que les permita escapar a sí mismos. Desde el año 1982 esta película, con su ciencia ficción penetrante, nos interroga.

Sean Young y Harrison Ford


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